
La noche del Lunes Santo convierte a La Línea de la Concepción en sobriedad, oración, silencio, respeto, en nazarenos de túnicas negras de ruan, en Cristo en la Cruz y en palio de cajón con la Dolorosa de la Concepción acompañada de San Juan Evangelista.
El rachear de las zapatillas de los costaleros, las voces de los capataces, las saetas y la música de capilla son los únicos sonidos de la Cofradía del Silencio que inició su estación de penitencia desde su sede canónica, la Parroquia San Pío X hasta el Santuario Mariano por el itinerario establecido, pasando por la carrera oficial y llegar como todas al encuentro con la Patrona y Alcaldesa Perpetua, regresando por calles oscuras de su barriada donde las saetas de Yolanda Figueroa en la plaza Vista Alegre rompía la noche del Silencio.
Un itinerario que transcurría desde su salida por calles de su barrio, adentrándose por el Paseo de la Velada para continuar por la calle Teatro buscando la carrera oficial por calle San Pablo, haciendo su entrada de forma puntual.
Con la rigurosidad de un cortejo de hermanos nazarenos y acólitos que acompañaban al Crucificado del Cristo de la Esperanza y el paso de palio de María Santísima de la Concepción junto a San Juan Evangelista, con el único sonido de la Capilla Musical.
La climatología de la noche permitió disfrutar de la candelería del paso de palio totalmente encendida durante muchos tramos del recorrido, así como de los faroles del paso del Señor.
Os dejamos la Galería de Imágenes de Alfredo Jesús Sánchez Toro: