A las 20.00 horas, media hora más tarde de su horario previsto, motivado por las inclemencias meteorológicas, salia desde el Santuario Mariano de la Cofradía de Nuestra Madre y Señora en su Soledad y Santo Entierro de Nuestro Señor Jesucristo, solemnidad y sobriedad se hace notar en la Plaza de la Iglesia con la salida de la Cruz de Guía.

Nazarenos de la corporación de negro abren el cortejo procesional, continuando con la representación de las distintas Hermandades y Cofradías de penitencia de nuestra ciudad, excepción de las que realizan su salida el Viernes Santo (Cristo del Mar, Esperanza y Amargura). Representantes civiles, militares, corporación municipal encabezada por el Señor Alcalde, Presidente del Consejo Local de HH. y CC y miembros de la permanente continuaban el cortejo del Cristo Yacente, tras el paso procesional del Señor en su túmulo el Señor Arcipreste de la Ciudad, Párroco del Santuario y Director Espiritual de la Hermandad, el Reverendo Don Francisco de Paula Roldán Jurado junto a un miembro de la Orden de Caballeros Templarios.

La Cruz Parroquial y el cuerpo de nazarenos de la Cofradía de Soledad y Santo Entierro, revestidos con túnicas y antifaz de color negro con el escudo de la Hermandad bordado, cíngulo amarillo y negro continuaban tras el paso del Señor, el Mediatrix y el libro de Reglas (insignias del cortejo procesional), entre el cortejo de hermanos de luz daban paso a la presidencia de la Cofradía y el cuerpo de acólitos, anunciando el paso de Nuestra Madre y Señora en su Soledad, sonando durante el recorrido el Trío de capilla musical “Corpus Christi”, en una sobria y solemne estación de penitencia, por las calles céntricas de La Línea de la Concepción y que conformaron el recorrido, no completado en su totalidad adelantando por la calle del Sol para la entrada en carrera oficial, con e objetivo acertado de no perjudicar a las otras Cofradías que hacían su estación de penitencia el Viernes Santo.

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