GLOSA CARTEL LA LINEA COFRADE 2018
Como por calle Efraín
por jardines viene andando,
el que carga con la cruz
y redime del pecado.
Cruz de ignominia Señor
cuanto error, en lo juzgado,
pasaste de Salvador
a ser reo condenado.
Una cruz infunde Pena
en el alma del Señor,
por la burla de su pueblo
y por nuestra traición
Una cruz que los judíos
en muerte la convertían,
torpeza en los de su estirpe
sin saber que al tercer día,
lo anunciado sucedía,
y el símbolo cambiaría
exaltada desde entonces,
como símbolo de vida,
Jesús la muerte, vencía
con júbilo se anunciaba
que Jesús resucitaba
Alehuya , alehuya
!!Oh Jesús, que compasivo!!
en el monte del Calvario perdonaste,
Tu misericordia quiero,
por las lágrimas amargas que lloraste.
Son tus duelos Jesús mío
mis Dolores más internos
me duelen señor tus llagas
que tus penas son mis penas.
¿Podré sentarme algún día
Feliz y salvo a tu diestra?
Misericordia infinita
¿Y aun existe quien te ofenda?
Tu rostro yo buscaré,
aunque la vida en ello
se me valla sin medida
ese gozo alcanzaré.
Señores responsables del portal de La Línea Cofrade, estimados amigos Juan Antonio, Abel y David, y colaboradores gráficos Alfredo y Alfonso, Señor Presidente del Consejo Local de Hermandades y Cofradías estimado amigo Juan, Señores Hermanos Mayores de las diferentes Hermandades de nuestra ciudad, amigos cofrades todos.
Primeramente querría agradecer a todos vuestra asistencia y a La Línea Cofrade en particular quiero expresar mi más sincero agradecimiento, por pensar en este cofrade para poder hacer la glosa del cartel de esta edición, espero estar a la altura de lo que de mí se demanda y así hacer que este rato cofrade sea del agrado de todos.
Seguidamente quiero felicitar a la Hermandad Salesiana de Penitencia y Cofradía de nazarenos de la Entrada Triunfal de Jesús en Jerusalén y María Santísima de la Alegría Madre de la Iglesia y Auxilio de los cristianos, por la efemérides que acaban de celebrar en el veinticinco aniversario de la bendición del titular de la Hermandad, magnifica talla que desde su llegada a esta corporación no ha hecho más que aumentar el fervor hacia nuestro Padre Jesús, tomando incluso el nombre popular del de los ojos verdes, y mi felicitación también por este gran altar de cultos que habéis preparado, viniendo de las manos de Juan Carlos no me sorprende, pero reamente es espectacular , y que hoy sirve de escenario a esta presentación.
A continuación quiero felicitar como no, al autor de este cartel a mi amigo Jesús Asencio, Jesús otra perla más para engrosar el rosario de obras tuyas en pos de nuestra semana santa, recuerdo una vez cuando tuve la dicha de recibir el galardón del Nazareno de Plata que otorga la tertulia linense Bajo Palio, me comentaste que sentías pena de no poder compartir conmigo aquel momento, siendo tu el artífice del cartel que aquel año era galardonado con el premio de dicha tertulia, pues bien el tiempo pasa y todo llega y hoy puedo tener el honor de compartir contigo este acto y además poder expresar con la palabra lo que tu expresas con tu cámara, enhorabuena amigo.
No se bajo que titulo, se presentaría esta obra fotográfica, es más ni tampoco lo que querido preguntar, pero desde el mismo momento en que tuve en mi poder la instantánea, la imaginación y la curiosidad y la inquietud se me fue justo a lo que no se ve, es este cartel como la vida misma , la búsqueda incesante de creer en lo que no podemos ver, el talón del pie derecho que asoma por debajo de la túnica, las manos que abrazan la santa cruz y evidentemente su rostro.
Seguidamente pensé ¿si yo hubiese sido autor de esta obra que nombre le hubiese puesto?, el nombre que se me ocurrió, sería el del Talón de Aquiles, no por el poema incompleto escrito por Estacio en el siglo uno, sino porque en ese talón y a quien representa está el quiz de nuestra salvación, aunque también se podría hacer un paralelismo con el mito de Aquiles, cuando Tetis su madre intentó hacerlo inmortal sumergiéndolo en el río Estigia. Sin embargo, su madre lo sostuvo por el talón derecho para sumergirlo en la corriente, por lo que ese preciso punto de su cuerpo quedó vulnerable, siendo la única zona en la que Aquiles podía ser herido en batalla, ¿cuantas veces no nos impregnamos del que representa este santo talón, y nos hacemos cada día más vulnerables y menos inmortales?
¡!Las manos!!, ¡!esas benditas manos!!, esas que ahora y gracias a Dios después de muchos años tras aquel veinte de enero de 1996 cuando llegaste al seno de nuestra hermandad, cuentan con un lugar donde se exponen diariamente al devoto manoseo de quien se acerca al santuario de la Inmaculada cada día para rezarte e implorarte, he podido observar en primera persona como muchas mañanas tantas personas alcanzan el favor de tus manos, solo basta observar la policromía anterior a tu llegada al santuario y la actual, manos que Tu dispones Señor abiertamente para nuestra salvación, son las manos de Jesús y su gestos con ellas las que nos indica que no estamos solos, basta recordar la salvación de Lázaro, el perdón en el Templo de Jerusalén a la adultera, la sanación de la fiebre a la suegra de Pedro, la salvación de la hija de Jairo, “ Y entrando, les dijo: ¿Por qué alborotáis y lloráis? La muchacha no está muerta, sino duerme, y hacían burla de él; mas él, echando fuera a todos, tomó al padre y a la madre de la muchacha, y a los que estaban con él, y entró donde estaba la muchacha,
Y tomando la mano de la muchacha, le dijo: Talita cumi; que interpretado es: Muchacha, a ti te digo, levántate.
En todos los casos Jesús coge de la mano al sanando, pues así sigue haciendo día a día con nosotros, la alianza que Jesús realizó en Jerusalén es eterna: nos ha tomado de la mano y nos acompañará hasta el cielo, si nosotros no nos soltamos.
¡!Tu rostro!!, ¡!ay tu Rostro!!, ese que tallara Don Antonio Dubé de Luque, ese que supo de inmediato el día que lo visitamos en su casa de la calle Alfarería, la idea de nazareno que nuestra hermandad le encargaba, recuerdo que solo bastó una frase, ¿Como lo queréis, valiente? ,solo te podemos decir sinceramente una cosa sin que te ofenda, si Don Luis Ortega Brú estuviera vivo no estaríamos aquí hablando contigo, pues no se hable más, y con esa idea nació el rostro de nuestro Señor de las Penas, barroco como él lo definió y con pelo tallado a conciencia para que según su autor no llevara potencias ni corona de espinas.
Ese rostro Señor que sin que se plasme se ve, ese que en momentos íntimos, este que os habla por diversas circunstancias ha tenido la suerte de poder vivirlo, llora, espectacular trabajo de policromía, pues cuando un cirio se le acerca al rostro por su lagrimal se observa el brillo de los ojos y un reguero de lagrima descendente hacia el pómulo.
Ese rostro que representa la obra más grande que Dios ha hecho en la tierra, su Hijo primogénito, convirtiéndose así en hombre como nosotros, para anunciarnos de nuevo la vida eterna y salvarnos venciendo al pecado y a la muerte, nadie ha visto nunca el rostro de Dios, ni siquiera Abraham el día que se le apareció como se narra en el Génesis, ni Moisés cuando se descalzó y se cubrió el rostro ante la zarza ardiente, Dios se ha revelado a los hombres por medio de su Hijo, ese es el Rostro en el que debemos de mirarnos cada día, como escribió san Ireneo:” La gloria de Dios es el hombre viviente; y la vida del hombre es la visión de Dios: si ya la revelación de Dios por la creación procuró la vida a todos los seres que viven en la tierra, cuánto más la manifestación del Padre por el Verbo procurará la vida a los que ven a Dios”.
Pero el cartel que esta noche me toca describir o interpretar también enseña otras cosas que si que se pueden ver, representa una tarde de Martes Santo donde el Señor de las Penas con el madero sobre su hombro, recorre las calles de nuestra ciudad y en su recorrido, tras haber desandado algunas angostas calles del barrio de Santiago, que tras muchos años haciendo estación penitencial desde su parroquia se ha convertido en su segunda casa, desembocará en la avenida Menéndez Pelayo, donde la Capilla de la casa Salesiana abre sus puertas desde hace tres años al paso de esta Hermandad, y ahí está presentándose el paso de nuestro Padre Jesús de las Penas, y de fondo María.
Ella La que nunca lo dejó y La que lo acompañó en todo momento y hasta el final al pie de la cruz, aparece aquí representada en la advocación de Auxiliadora de los cristianos, uno de más de los dones de nuestra Madre.
Ella con su hijo de niño en sus brazos lo recibe ahora maltrecho con el peso de la cruz camino del calvario, detrás, como siempre estuvo María en el plano que le correspondía, la intuiremos llegar también a esta capilla, bajo el dolor de sus Dolores, para que así se cumpliera la profecía de Simeón
Jesús es presentado por José y María al sacerdote en el Templo, que recientemente hemos rememorado en lo que se ha llamado la festividad de la Candelaria, cumpliendo así con la ley de Moisés que mandaba que toda mujer que diese a luz un varón, en el plazo de cuarenta días, debía acudir al Templo para purificarse de la mancha legal y allí ofrecer su primogénito a Dios. Era lógico que los únicos exentos de esta ley fuesen Jesús y María: Él por ser superior a esa ley, y Ella por haber concebido milagrosamente por obra del Espíritu Santo.
A pesar de ello, María oculta este prodigio y… acude humildemente como cualquier otra mujer a purificarse, al salir la Sagrada Familia del templo, se realizó el prodigio del Encuentro con Simeón. San Lucas nos cuenta con riqueza de detalles aquel acontecimiento:
«Ahora, Señor, ya puedes dejar irse en paz a tu siervo, porque han visto mis ojos al Salvador… al que viene a ser luz para las gentes y gloria de tu pueblo Israel…» Y le dijo a la Madre: «Mira, este Niño está puesto para caída y levantamiento para muchos en Israel… Y tu propia alma la traspasará una espada…».,
Así con el alma traspasada y llena de dolor, intuimos también en este cartel la llegada de un paso de palio con unos andares diferentes, se puede oir sin ver el rachear de zapatillas , el grueso sonido del llamador, el zumbido de una levantá , el tintineo de los flecos de las bambalinas, los acordes de una lenta marcha.
Se puede oler sin ver el incienso que la precede, y el aroma de rosas, nardos y alelíes de su delantera ,del clavel de sus jarras de entre varales, la cera chorenado en los cirios de su candelería y hasta los codales de los candelabros de cola.
Se puede ver sin ver, la plata de unos respiraderos, de una peana que soporta tu peso, de unos varales que sostienen tu palio, de una candelería que abriga tu luz, el bordado de tu saya, el borlón de tu fajín, el prodigio de la toca sobre manto, el encaje de tu rostrillo, y se puede ver sin ver, inclusive hasta tu rostro Madre, el amor de mis amores, la morena de mi vida, mi Virgen de los Dolores.
En otro plano se observa igualmente a san Juan Bosco, el santo de los niños y de los jóvenes, en su vida pronunció frases que quedarán grabadas en los anales de la historia de esta comunidad religiosa, como las de “Entre vosotros jóvenes, es donde me encuentro bien” , o la de: “Trabajo, trabajo, trabajo , ahora hemos de trabajar, ya descansaremos en el paraíso”, o la de “Hemos de hacer buenos cristianos y honrados ciudadanos”.
Salud, sabiduría y santidad (son las tras « S» en las que insistía Don Bosco) Decían de él: cuando Don Bosco está muy alegre es que tiene algún problema
Otra que siempre admiré y que en esta casa me grabé como una máxima en mi vida es la de : “La Eucaristía y la Virgen son las dos columnas que han de sostener nuestras vidas”.
Esta simbiosis hoy en este cartel de María Auxiliadora y San Juan Bosco me enchía el corazón al recordar tantos buenos momentos que viví en esta bendita casa, cuanto pude aprender y cuanta educación recibí, y cuanto gocé en aquel grupo de Cristo Vive, viviendo valga la redundancia, la Pasión Muerte y Resurrección de Jesucristo de una manera diferente, en aquellos retiros pascuales, después una mano amiga me acercó a vivirla cofrademente y gracias a Dios aquí sigo, esta manera de vivir la fe, me ha proporcionado también muy buenos y bonitos momentos, como el que estoy compartiendo con vosotros esta noche, debo siempre agradecer el empuje y el ánimo del maestro, de mi amigo Luis Mañasco Lara.
Hoy voy a finalizar,
la glosa de este cartel,
de esta rapsoda manera
con octavas que escribí
que ahora recitaré
para llegar a su fin.
Pero el centro del Cartel
tan solo falta mirarlo
es mi Señor de las Penas,
moreno de piel cobriza
y cabello ensortijado,
el de valiente zancada
no asustándole ni el reto,
el del negro moretón
en su pómulo derecho
el de cintura doblada,
de tanto aguantar el peso
aparece hasta encorvada.
En esta casa viví
los momentos más preciados,
aunque también hubo otros
que aunque debo recordarlos,
no fueron los más felices
y duele rememorarlos.
La última vez que subí
para hablar desde este estrado,
fue por culpa de una lluvia
que truncaba lo ganado,
hasta el atril ascendí
e intentando sostener
los nervios atenazados,
una capa de cordura
a mi mente iba llevando,
a sabiendas que el momento
aunque para algunos fuese
incluso pa recordarlo,
para muchos fue un dolor,
que aún no han olvidado,
el de la chiquillería
en su casa, en salesianos,
y el de las viejas promesas
que ni si quiera un paraguas
le aliviaba lo mojado,
no recuerdo ni que dije
porque aunque no se notara
yo lo viví emocionado,
gracias siempre a esta casa
y a su hermandad salesiana
por el cobijo abnegado,
gracias a tantos cofrades
que su ayuda nos prestaron.
Hoy vuelvo de nuevo a ti
con cariño renovado,
con el permiso de todos
vengo a hablar de Ti, Jesús
por tus Penas redoblado,
que tanta es la culpa nuestra
que tu cuerpo no ha aguantado.
Hoy vengo hablarte de frente
como siempre yo te miro,
como siempre te han llevado,
como aquellos cargadores
que de la once salían
con el varal en sus hombros
y con sus rostros tapados.
Hoy vengo hablarte de frente
como tu siempre has andado,
en silencio o con capilla
pero que no dude nadie
que con fervor te han llevado,
hoy con Cornetas y Tambores
que aunque algunos lo dudaban
e incluso que era arriesgado,
San Barbada te quiere
y por ti han apostado
y suenan de maravilla
cuando tocan tras tu paso,
y en ocasiones distintas
como hoy han demostrado.
En tu corto caminar
algunos fueron vigías
del tropel de corazones
de los que iban debajo,
que navegaban las calles
abriendo sabor de barrio
de San Pedro a Santiago
Enrique, Wito y Mañasco
Castillo, Hugo e Isaac
y Alvarito con su hermano.
Hoy es Jorge quien comanda
sus andares y zarpazos,
todos fueron o lo son
los vigías de tus pasos,
que nadie bogue al revés
cuando este barco que va andando
O como otros los llaman
y siempre es de agradecer
los que con mucha ilusión
y mucho esfuerzo a la vez
donaron este canasto.
Jesús de las Penas es,
lo que quieran sus hermanos,
y lo que demuestra su pueblo
cada vez que se le acercan
para seguirle rezando,
cada vez que lo acompañan
mientras que El siga andando.
Una vez fue el Gran Poder
y lo fue por muchos años,
el que alivió tus Dolores
porque además de tu hijo
era Dios mismo encarnado,
El que también sostenía
misma cruz cuando iba andando,
hoy los Ángeles le alivian
el madero y los agravios.
Y tu Señor de las Penas
mi moreno, mi admirado,
dame fuerzas pa seguir
por esta hermandad luchando,
y por nuestras cofradías
siempre que me han demandado,
Tu Jesús omnipotente,
camina siempre de frente
que pa eso te crearon.
Andrés Losada Sempere
21 Febrero 2018