Primer Pregón Juvenil, Semana Santa 2012

Felicidades a Juan Carlos por el magnifico pregón juvenil, y felicitar desde La Línea Cofrade.com al Consejo Local de Hermandades y Cofradías y al Vocal de Juventud, por el acto celebrado en el Circulo Mercantil, del primer Pregón Juvenil de la Semana Santa Linense.Participo la Banda de Música Municipal de nuestra ciudad, que de forma magistral interpreto 3 marchas procesionales (Madrugá Macarena, Nazareno y Gitano y Mi Amargura), para finalizar con el Himno Nacional.

A las 21.00 hora dio comienzo el acto con la primera marcha cofrade, a continuación el Director Espiritual del Consejo Local, ante todo el Salón puesto en pie  rezo unas oraciones, de la que participaron todos los asistentes que llenaban el Salón de Actos del Circulo Mercantil.

El Vocal de Juventud, Abel Ruiz Guzmán presento este Primer Pregón Juvenil, y dio paso a  Rubén Pavón Estévez, amigo intimo del Pregonero, que lo presento magníficamente, destacando todas las cualidades, humanas y cofrades de Juan Carlos Moral Navarro.

El Pregonero tomo la palabra, dedicando este Pregón a su Abuela y a los Jóvenes Cofrades.

Juan Carlos reflejo en su Pregón sus vivencias como joven cofrade y su vinculación dentro de su Hermandad, destacando la gran labor que hacen los grupos jóvenes en las Hermandades.

Os dejamos el Texto integro del Primer Pregón Juvenil, y al final del mismo os presentamos una amplia galería de imágenes de este evento que cubrió nuestro compañero Jesús Asencio Pérez.

Ante ti La Línea Pregón Juvenil Semana Santa 2012.

Juan Carlos Moral Navarro

A ti abuela, que sé que me escuchas desde el cielo y a los jóvenes cofrades de La Línea.

Y ya es la hora de abriros la puerta, de dar paso a esta semana de penitencia donde los jóvenes cofrades disfrutamos todos los días sin excepción, de nazareno, costalero o acolito, los jóvenes estos días estamos de fiesta, ya se acerca la semana del señor, la semana de la Fe.

El joven nazareno a la hora de la salida,

Tiene cosquilleos,está nervioso, ya es su día.

El joven nazareno no escucha a nadie,

Solo tiene sentido hablar con su madre.

El joven, joven cofrade, solo tiene una mirada,

Solo tiene pensamientos para su imagen venerada.

Con un solo  propósito y pisando la senda del camino de Cristo,

Avanzan juntos costalero y nazareno,

Para de este modo, nuestro señor cumpla su destino.

Ya está próxima la semana, ya se acerca en unas andas,

Para que este pueblo la comience, al son de una marcha.

El joven cofrade, de costal o acolito, de nazareno o capataz,

Siente esta Semana como ninguna más.

Tiempo de sentimiento, Fe contenida y  pasión,

En la que Cristo muerto yace, en La Línea de la Concepción.

Presentación.

Rvdo. Padre Arcipreste y Padre Director Espiritual del Consejo.
Ilustrísima Sra. Alcaldesa.
Sr. Presidente del Consejo Local de Hermandades y Cofradías.

Sr. Vocal de Juventud del Consejo Local de Hermandades y Cofradías.
Dignísimas autoridades.
Soberanos cofrades de La Línea.
Linenses siempre excelentes.

Buenas tardes.

Muchísimas gracias al Consejo Local de Hermandades y Cofradías por confiar en mi para exaltar nuestra Semana Santa en este primer pregón juvenil oficial, intentaré hacerlo lo mejor posible, pregonando los valores de los jóvenes cofrades en estos días de Cuaresma. También a mi presentador, Rubén Pavón, gran amigo, muchísimas gracias por hablar de mi también, se nota que me aprecias, es un orgullo para mi pasar a tu lado estos momentos, no hay palabras para expresarte mi gratitud  más que un fuerte abrazo entre nosotros, de verdad muchas gracias.

Gracias a mi familia, por el apoyo que he obtenido de ellos mientras he estado escribiendo el pregón, escuchando mis ensayos para que todo salga para adelante. Desde aquí pienso en mi madre, en mi madre y en mi padre, no sé si sois o no los culpables de que pueda estar aquí en este momento, pero os agradezco muchísimo que me hayáis inculcado todo este sentimiento que llevo desde que nací, también pienso en mis abuelas y mi abuelo, muchísimo, no me olvidare nunca de ustedes ni en este preciso instante donde hablo a la Semana Santa de frente, nunca me olvidare de ustedes, de verdad os quiero muchísimo, creo que nuestro señor os permitirá estar presente en este pregón.

Recordad durante este pregón las palabras de nuestro Señor, Un mandamiento nuevo os doy, que os améis los unos a los otros como yo os he amado, recordadlo siempre.

Cuando en diciembre, a la sombra de San Pedro me otorgabais el honor de pregonar nuestra  Semana Santa, hacíais de este joven la persona más feliz, al menos de mi pueblo. Pregonar a La Línea y a los jóvenes cofrades de mi ciudad, tarea dura qué duda cabe  y mas para mí, que quien me conozca sabe que mi fuerte no es el verbo, no, no son las palabras, pero espero que con el cariño que le he puesto y mi fe y mis ratitos de sueño, soñando como expresar todo lo que llevo dentro, este humilde pregón os llegue al corazón, espero que seáis cariñosos con este joven pregonero, que aunque como ya os digo mi  fuerte no son las letras, al final comprenderéis lo mucho que la quiero, quiero nuestra Semana Santa, su olor, su color…

Lo que a continuación os leo, es mi sueño.

Cuando empezaba este pregón, no sabía si lo cargaría a costal o trabajadera, si marcharía bajo palio, en trono o parihuela, la forma de llevarlo es muy importante así como donde portar su imagen. Si es bajo palio y a costal, si decido de esta manera, este pregón debe ser pausado, racheado, sintiendo como se mece, soñando como suenan las bambalinas y los flecos de su palio, decidir que flores ponerle y elegirlas de un color que no palidezca su manto.

Ahora lo tengo claro, que así sea, que sea de palio, que este sea celeste, celeste lo quiero, como el mar de mi tierra, como el cielo de mi barrio, celeste y blanco pureza, que colores más señeros. El  blanco que antes apunto ese será para su manto, ese que yo le he soñado, con adornos y bordados, de plata eso sí, que hasta en mis sueños más felices no tenemos muchos cuartos.

Candeleria, mucha ha de llevar este palio, yo quiero que este pregón tenga lumbre, que no desfallezca durante un rato, cirios delante yo quiero que lo iluminen mientras pasa y en la cola candelabros, dos, con siete luces cada uno de guardabrisas esta claro, catorce luces detrás, catorce en honor a las Hermandades que durante esta semana recorrerán nuestras calles prendiendo de olor a incienso cada templo, cada esquina, cada barrio.

Doce varales de plata levantan al cielo el terciopelo de este palio, el respiradero de madera, de alpaca las maniguetas y el faldón celeste claro, los candelabros labrados y el llamador cincelado por un orfebre sevillano, para terminar la estampa tendré que pintar el cielo, el cielo bajo mi palio, en el estarán presentes hermandades, titulares, costaleros y cofrades, el aguao, el capataz, el diputado y el nazareno, todos, sin olvidar a nadie, todos los que durante un año sueñan con estos momentos.

Solo me queda elegir las flores que adornaran este cuadro, aquí tengo que ser cauto, que no deben desentonar con el color del faldón o del palio, fanales de claveles blancos adornaran los entre várales, tres en cada costero y el trono cubierto de rosas de un precioso rosa palo, estos serán los perfumes, los aromas y los colores de este paso.

Y para acabarlo, ahora que caigo, le falta armonía, falta ese son, ese abrazo, falta la caricia en la que se unen tambores, clarinetes y cornetas, esa marcha que te ayuda a seguir, a seguir aunque estés cansado y sientas con cada nota que suena, que tu costal pesa menos a cada paso.

Lo que habéis oído hasta ahora es el boceto de mi paso, el boceto del pregón de este joven cofrade.

Este pregón tiene catorce costaleros, catorce hermandades para llevarlo, las mismas que yo venero, con la igualá no habrá problemas pues la altura es lo de menos, por igual son todas ellas, las catorce, ni mas ni menos.

Con el capataz espero me permitáis una licencia…

Él no era cofrade, ni capillita, no, no era nada de eso. Hermano de la Esperanza si era, según el desde hace tiempo. Cuanto echo de menos  esos viernes en su esquina, viendo pasar la virgen y los capirotes verdes de sus blancos nazarenos, cuanto le echamos de menos, porque era muy buena gente y además era mi abuelo, por eso y por lo que lo quise, para mi se merece este puesto.

El viernes nos unimos de nuevo, ahora  en el retranqueo, ya hemos montado el paso, los priostes rebajan  las velas y despabilan el candelero que ha de lucir radiante este día, este y los venideros. Los costaleros bajo el paso  esperan el último golpe del  llamador, A esta é, el llamador resuena y todos, por igual y a pulso, esta es mi primera levantá.

El paso ya está colocado y cada cosa en su sitio, la próxima vez que nos veamos le comento a mis amigos, hay que encañar los claveles y las rosas y los lirios, que las agujetas hay que clavarlas con amor casi con mimo, esta será nuestra última cita antes de salir el domingo.

Nos levantamos ese día sabiendo que hemos quedado, dos chicotas tenemos hoy, hoy Fiesta de Ramos, domingo de palmas al cielo, crueles azotes al flagelado y Estrella que deslumbra a su paso, paso a paso desde Santiago.

La primera levantá nos lleva hacia sus brazos, al señor de la rama de olivo, al aún libre, al aclamado y no esta solo no, que esta bien acompañado, la Alegría de su madre reconforta su salida este domingo de ramos, la primera chicota termina en este momento, arriamos nuestro paso en la parroquia salesiana, semillero de cofrades y Linenses buenos. Hay queda.

Domingo de Ramos y Palmas, Azotes y Estrellas.

“Y trajeron el burro a Jesús, y echaron sobre él sus mantos, y se sentó sobre él. También muchos tendían sus mantos por el camino, y otros cortaban ramas de los árboles, y las tendían por el camino. Y los que iban delante y los que venían detrás daban voces, diciendo: ¡Hosanna! ¡Bendito el que viene en el nombre del Señor!(Mateo 21, 1-11)

El Domingo de Ramos en La línea se huele a incienso desde que amanece, todo nuestro pueblo espera la salida a las cinco de la tarde de la primera Hermandad, aquella donde aparece un hombre a los lomos de un burro entrando triunfante en Jerusalén.

Jesús avanza firme hacia su pueblo, La Línea le acompaña junto a sus rojos nazarenos, jóvenes cristianos marchando delante, aprendiendo cual es su camino, la ruta que el empezó ese día, la misma que debemos seguir los jóvenes, su enseñanza para siempre nos vale.

Adelante costaleros, adelante, abrid nuestra semana santa,

Dale al llamador capataz y que así sea la primera levanta.

Nazarenos coged las palmas, salid por la puerta de su capilla

Y Marcadle el camino a Cristo, para empezar su recogía.

El Cristo de los ojos verdes, el que mejor anda,

Ya sale por su puerta al son de una marcha

Mientras, su madre le espera tranquila en su capilla salesiana

Para algún día de cuaresma, acompañarle durante su gloria.

Tu, Virgen de la Alegría, que las noches de domingo de ramos sales a recibir a tu hijo que entra triunfante en La Línea, Dios escuche a la gente que pide para ti un paso, Dios escuche a los jóvenes que piden el costal para llevarte, Dios escuche a La línea, para un palio poder darte.

La segunda chicota nos lleva hasta la Iglesia de Santiago, en la columna nos espera Cristo, Jesucristo el Flagelado y detrás, detrás  muy cerca, iluminándonos su rastro, su madre  la Estrella le llora, sin consuelo sin descanso.

Y allí, donde el sol del Domingo de Ramos alumbra en su atardecer, se produce la primera escena de la pasión de Jesús. A las seis de la tarde, cuando el señor ya está entrando triunfante en su pueblo de La Línea, la delantera del paso de la Flagelación asoma por su barrio de Santiago. Azotes por Santiago suenan, el himno nacional ya ha sido tocado, y a lo lejos viene Jesús, Jesucristo el flagelado. Todo el barrio esta de gala porque su Hermandad está en la calle.

Señores ya sale, ahora asoma el palio, ahí esta la Estrella de La Línea, al son de Encarnación Coronada sale la Estrella a la calle. Que elegancia, que andares, como anda Dios mío tu madre le grita la gente a su paso, la mas guapa de mi barrio, la Estrella de La Línea camina tras su hijo condenado, sus costaleros le cantan para aligerar hoy su llanto, que bonita vais mi madre, este Domingo de Ramos.

Contigo nació una estrella

Cuando llegaste a tu barrio,

Veinticinco años llevas

Protegiéndolo, escuchándolo.

Veinticinco años ya tienes

Y el corazón apenao,

Pues delante está tu hijo

Tu hijo el flagelado.

Espera madre me vuelvo

Déjame darte un abrazo,

Bajo la luz de tu estrella,

Bajo el cielo de mi barrio.

No me llores más madre mía

En este día señalado,

Que tu sonrisa para mi es vida

Es luz, ahora que parto.

Estrella de La Línea eres,

No lo dudes madre mía

Lucero que alumbra este pueblo

Esta semana, esta vida.

Esta Hermandad tiene el honor de contar entre sus hermanos con la Pregonera de nuestra Semana Santa, ella es  Marta Gutiérrez Rosado,  si difícil es la proclamación de nuestra pascua, para ella posiblemente este año sea aun más complicado, sin duda Marta nos hará gozar con su pregón, recordando el cariño de nuestro señor con los que le acompañan para siempre.

Con la recogida de la Flagelación, nuestro paso se retira y este domingo de Ramos duerme hasta el año siguiente.

Lunes de Silencios y Esperanzas

“Vinieron entones los soldados y quebraron las piernas al primero y al otro que había sido crucificado con Jesús, viendo que ya estaba muerto no le quebraron las piernas, sino que unos de los soldados le abrió el costado con una lanza y al instante salió  sangre y agua” (Juan 19, 32-34)

Nuestra ciudad se prepara para la venida del lunes más silencioso del año. Mis costaleros se reúnen de nuevo, la chicota de este día la arriamos en San Pio, nos espera la Hermandad del Silencio y su Cristo crucificado, el Señor de la Esperanza y la imagen de su virgen, María Santísima de la Concepción, el Silencio la llaman. Nunca tuvo mejor nombre la pasión de una tarde, el dolor del hijo que muere, el sollozo de una madre y los silencios que matan como matan los cobardes.

El Lunes Santo Jesús muere en La Línea, portado por sus costaleros, el contundente cristo de la Esperanza avanza hacia la carrera oficial ya muerto, yacente en la cruz.

Aun recuerdo esa noche de jueves santo ya de madrugá, cuando ya habían pasado todas las hermandades pertenecientes en ese tiempo a ese día, esperando la llegada de la Hermandad del Silencio con la mayor ilusión, sentado siendo un niño en la plaza de la Iglesia viendo al impresionante Cristo de La Esperanza pararse frente a la Inmaculada  y después su madre, la Concepción, viéndose ella reflejada en la cara de nuestra patrona cuando aun su hijo no había nacido.

Las luces se apagan, Jesús ya está saliendo,

Cuatro clavos le sostienen, inerte el cielo le espera.

Yacente en la cruz  sin vida, las caderas solo ha cubierto

El paño pureza las cubre a cada lado sujeto.

Cristo que das Esperanza que das vida, deja que sigamos creyendo,

Que sigues vivo dios mío, que aunque lo parezca no estas muerto.

Tu madre no te deja solo, te sigue, marcha detrás,

En una conversación eterna que nadie puede escuchar.

Camina desolada María, junto a ella el discípulo amado,

San Juan la tranquiliza en este momento amargo.

Allá por donde la calle se estrecha, el silencio en la noche hace mella,

Un lunes santo en La Línea, donde no brillan… ni las estrellas.

Martes Santo de Dolores y Penas  de mi pueblo

“Entonces Pilatos le entregó a Jesús para que lo crucificaran. Ellos se apoderaron de Jesús. El mismo llevaba la cruz a cuestas y salió para el lugar llamado la calavera. Allí lo crucificaron, y con el a otros dos, uno a cada lado y en medio Jesús”(Juan 19, 16-18)

La levantá de hoy martes  nos lleva de nuevo a Santiago, la más dolorosa nos espera, la mirada más dulce, la más serena.

Un martes Santo en La Línea se recuerdan muchas cosas, un martes de semana santa en este pueblo es algo muy especial para muchos cofrades. Muchos Linenses que recuerdan a la Hermandad de los Dolores saliendo de su capilla de la ONCE todavía siendo su día el Jueves Santo.

Una de las flores mas bonitas de La Línea anda al son de A TI MANUE por las calles de nuestro pueblo. Santiago ve su marcha, la marcha de  una mujer humilde, no pide nada,  no dice nada, con solo seguir a su hijo lo tiene todo, nada le falta. Jesús de las Penas camina solo, el cirineo aun no esta presente, el carga solo la cruz.

HAY Jesús de las Penas, que vas con la cruz a cuestas,

Deja que tu pueblo te ayude, te acompañe en tu presencia.

Sin corona vas nazareno, las espinas aun te faltan,

Espinas de nuestras culpas, culpas que ahora nos cargas.

Tus cofrades de la sangre, contigo sufren la pena,

Y se emocionan con tu madre, la mejor madre, la más buena.

Que abra las puertas Santiago que ya aparece María

Para unirse al nazareno que camina desolado,

Marchando hacia su destino, su camino, su calvario.

Tu tramo sale a la calle y recordamos viejos tiempos,

Cuando tu eras la madre de este tu humilde pueblo,

Nos acordamos del pasado, tu hijo caminaba sin paso,

Y tú le dabas compaña con tu señero palio.

Que se asomen las nubes, que se  asome todo aquel que quiera,

Que ya pasa la Dolores y su hijo de Las Penas.

Miércoles Santo Cautivo

“Entonces salió Jesús llevando la corona de espinas y el manto. Pilatos dijo: Aquí esta el hombre. Al verlo, los jefes de los sacerdotes y los guardias del templo, comenzaron a gritar: Crucifícalo¡ Pilatos contesto: Tomadlo vosotros y crucificadlo. Yo no encuentro motivo para condenarlo”(Juan 19, 5-6)

La cuadrilla se reúne de nuevo para este miércoles soberano, tres son las cofradías que nos esperan hoy por la calles de La Línea, las Parroquias de San José, Sagrado Corazón y Santiago abrirán sus portalones,  miércoles con verdadero sabor a Semana Santa, devoción  al nazareno  y fervor en las barriadas.

Ya es miércoles Santo, ya mi memoria se refresca, me acompañan los recuerdos de mis primeros años cofrades, mi primer antifaz, mi primera túnica, mi primer cirio…

Este día La Línea esta más dividida que nunca por sus barrios, El Junquillo, San José  y  El Castillo celebran el día más importante para todos ellos con la mayor ilusión y devoción posible.

Nos vamos hacia el Junquillo, donde desde muy temprana hora de la tarde procesiona un hombre, un Señor crucificado que expira pidiéndole ayuda a La Línea para que alivie esa escena tan amarga.

No temas Cristo que no estas abandonado, que no estas solo, detrás llevas toda la sombra de un barrio y tu madre te sigue, sigue tus pasos, irá donde tu vayas, marchará siempre a tu lado, callada, la más bella, la del artista soñada.

Cuando Moreira te soñó y soñaba como te hacía,

En el cielo dibujaba nubes y todas tenían tu carita.

Bosquejaba tus ojos tristes y tu mirada “perdía”,

Cincelaba tu cara dulce y sonrojaba tus mejillas.

Dios mío no me despiertes, no, no lo hagas todavía,

Deja que mi gubia termine, que acabe para ti esta dicha,

Para ti y para este barrio, lleno de gente sencilla,

Que no abandonan a tu hijo, ni a su madre, madre bendita.

Este año el Cristo del Abandono no podía ir mejor acompañado, en el cielo junto a él marcha el mejor pastor, el confesor, el cura respetado y el amigo, marcha el Padre Diego, alma y vida de este barrio, de esta hermandad, te recordaremos siempre padre, siempre, cada año marcharas junto a ellos en esta tu barriada.

Ya el Abandono avanza con su madre del Mayor Dolor por las calles de La Línea, cuando en la parroquia de San José se abren las puertas, la cruz de guía ya esta en la calle, los nazarenos van andando y  tras ellos  se ve a nuestro señor, nuestro señor arrodillado. Juntos los costaleros salen de la parroquia se dirigen hacia el huerto de Getsemaní poco a poco sin prisa.

Siempre Virgen y siempre madre de San José, la Señora con mayor Amor del mundo reza el rosario por su hijo para que no sufra tanto en el intercambio de palabras con su padre. Virgen del Amor no tengas pena, que tu hijo no puede ir mejor acompañado, Periañez, su barrio lo lleva.

Y San José vuelve a vivir, como cada miércoles santo,

La traición de Getsemaní, la que Judas hizo a su hermano.

Treinta monedas cobro por la pasión de nuestro padre

La oración del huerto la llaman y vive y muere en Periañez.

Y entre cornetas y tambores, detrás viene la reina,

Con rosario de dolores, acompañando al que condenan.

La Virgen del Amor la llaman, así la llama su barrio,

Amor que nunca nos falta, cada tarde de miércoles santo.

De San José a Santiago,  la ultima chicota de este Miércoles Santo, subimos por la calle Jardines, mis amigos de cuadrilla saben que este es mi Cristo, el que más quiero mi Cristo de Medinaceli. Pocas palabras podría decirle yo al Señor del pueblo que ya no le hayan dicho, que de conversaciones hemos tenido Cautivo de La Línea y que de plegarias has escuchado de mí.

Cuando eres pequeño la ilusión de cualquier niño es salir de penitente contigo, también era mi caso, tenía cuatro años cuando te vi por primera vez, me quedaba mirándote, sin fijarme en ninguno de los detalles de tu paso, sino mirando tu cara, tu mirada…Eso hizo que yo me fuera a tus tramos de nazarenos, eso hizo que yo perteneciera a ti desde que era chiquito, de lo orgulloso que estoy de acompañarte durante estos años, muchos de ellos con mi tía, que agradecido estoy a ella, la que me ha acompañado tantas veces en los tramos finales de ti Jesús Cautivo.

No sé de qué manera decirte la de cosas que siento por ti, son muchos los recuerdos y detalles que han dejado marcado mi corazón, tu imagen impresionante, Cautivo y maniatado, el Señor de La Línea, la esperanza  y el fervor de un pueblo, el mismo pueblo que camina tras de ti  en silencio, descalzo o sollozando, pidiéndote protección o favor para el ser amado y agradeciéndote señor,  poder verte un nuevo año.

El pasado año nuestro señor me hizo muy feliz, le  acompañe en su salida por Cádiz, que ilusión me hizo cuando mi amigo Rubén me dijo que iba a ser acolito tuyo por la tacita de plata, yo allí, junto a ti, cuando sonó el himno era la persona más feliz de la tierra, entre todo el gentío no había nadie más que tu, el Señor de Medinaceli, al que Cádiz ha proclamado Señor de este pueblo, donde tanta gente te quiere, donde la multitud cuando pasas se queda con tu mirada, con tu pisada cuando andas, donde el gentío cuando te habla te abruma con sus plegarias.

No eres hombre cualquiera, se distingue en tu mirada,

Eres el Señor de La Línea, tu pueblo al que siempre amparas.

Pueblo que te venera de veras, eres su primera estampa,

Cuando te necesita te busca y nunca, nunca le fallas.

Señor de Medinaceli, te acompaño desde chico

Cuando me miraste Dios mío, también me hiciste cautivo.

Cautivo de tu andares, de tus pisadas dadas con mimo,

Cariño que solo a un padre da el más querido de sus hijos.

No me olvido de tu madre, que sufre tu prendimiento

Trinidad de La Línea se llama con palio azul como el cielo,

Manto rojo de pasión y de amor por el hijo preso.

Madre nuestra trinitaria,

Deja que te guíe en este camino tan largo,

Que yo sea tu San Juan solo este miércoles Santo,

Deja que te hable de cara, que consuele ahora tu llanto,

Tu lamento por el hijo preso, cautivo y rescatado.

Señor de Medinaceli y Cautivo de mi tierra,

Por los jóvenes yo te pido, que sigan siempre tu senda

Que sigan tus palabras y el amor que en ellas muestras.

Jueves Santo donde Cristo camina al Calvario

“Cuando lo llevaban, echaron manos de un tal Simón de Cirene que volvía del campo, y le cargaron la cruz de Jesús para que la llevara detrás de él. Lo seguía muchísima gente, especialmente mujeres que se golpeaban el pecho y se lamentaban por él”

(Lucas 23, 26-27)

Cuando el miércoles se cierra con la recogida de Cristo en su expiración en el Junquillo, va amaneciendo el Jueves Santo, el sol despunta por San Pedro,  Jesucristo cae tres veces desde la salida en su barrio hasta la Carrera oficial, de camino se encuentra a Simón el cirineo quien le ayuda a portar la cruz y por ultimo con su madre, que lo lleva en su regazo con la mayor solemnidad posible.

Nos dirigimos hacia la barriada de San Pedro, Cristo porta la cruz en su tercera caída, ya cansado y mutilado, Verónica le lava la cara y le ofrece agua para que no se le haga tan larga la estación de penitencia. No he visto barrio más orgulloso de su Madre que el de San Pedro, que comprendan el porqué de cada una de sus lagrimas, que sientan lo que siente ella, creo, que Nuestra Señora de la Salud debe de estar orgullosa de su barrio, ella es fuente de salvación, fuente de vida, ella es la madre de San Pedro.

Tres caídas sufres padre y de cada una te levantas,

Deja que como el cirineo hizo, aligere hoy tú carga.

Déjame cargarte padre, en esta chicota amarga,

Chicota de Jueves Santo que enmudece tu barriada.

Estoy seguro María, y no me estoy equivocando,

Que tu barrio es un clamor, las noches de jueves Santo.

San Pedro pidió al cielo, una madre soberana,

Y de allí bajaste Señora, para ser hoy su semblanza.

Que Dios guarde a todas ellas, a todas las que te cargan.

Costaleras de verdad, hijas y madres de tu barriada.

Madres que como tú por siempre seas, madres de plenitud,

De tu barrio de San Pedro, María Santísima de la Salud.

El clamor se hace silencio, un suave soplo de aire recorre el centro de La Línea, una suave brisa hace bailar la lumbre de las velas. No se mueve nada, solo se escucha el racheo de los pies y la marcha, todas las miradas están puestas en ella… Angustias, así se llame aquí en La Línea, no lleva palio, ni candelabros de cola, solo cuatro faroles alumbran tan preciosa imagen. La cruz es silencioso testigo de la más hermosa de las escenas, Cristo sin alma en el regazo de su madre, donde ella ahora no encuentra consuelo, pues en los brazos tiene a su hijo muerto. Viendo la pureza de su mirada, como contempla a su hijo, entendemos el porqué de tener a nuestra madre como ejemplo de  fortaleza, de ternura y amor hacia los demás, ella sostiene a su hijo, el que se ha sacrificado por todos nosotros, al Hijo de Dios que ha muerto para salvarnos del pecado y darnos amor y esperanza en la resurrección.

Y ya ha caído la noche, cuando asoma la cruz de guía

Y Afloran por sus portones, nazarenos y mantillas,

Mantillas y antifaz negro, como tu manto María,

De duelo por el que sostienes, desnudo y ya sin vida.

La palidez de su rostro atormenta tus mejillas,

Y le acunas en tus brazos y lo aprietas y porfías,

Luchas por darle vida al que tanta afrenta sufría,

Soportando pasión y muerte, sacrificado para darnos vida.

Cuando pasas, solo queda el silencio

Los pasos callados tras tu marcha,

Tus cuatro faroles alumbran a tu hijo el de las almas,

Iluminan su destino y a nosotros nuestro mañana.

Camina dando pasos de gigante, solo un hombre le ayuda pues es obligado por los romanos, ya está cerca del monte calvario que en La Línea se eleva por la tarde del Viernes Santo. Jesús del Gran Poder, tienes tantas plegarias en tu mente, tantos besos en tus manos, que en la tarde del jueves santo de tus ojos brotan lágrimas por la gente que se aferra a ti. Creo que debes estar orgulloso, tu hermandad crece en juventud, tiene un gran grupo de jóvenes que trabaja para dar lo mejor de sí, para darte lo mejor a ti, pido por ellos, para que siempre les acompañes y te pido por este pueblo de La Línea, que te conoce desde hace más de un siglo.

Camino del Calvario ya andas y tus Nazarenos de morado te guardan,

Te adelantan, iluminando de cirios tu marcha, alumbrando tu senda

El camino hacia tu padre.

Pausado, lento el pisar de tus costaleros,

Te llevan pidiendo que no acabe, que tus chicotas sean largas

Y tus marchas inolvidables, que tú carga sea su luz

Y que la madruga se alargue.

Con la saeta que hiere tú pecho,

El aliento nos falta, enmudece la calle,

Versos del saetero que se clavan como puñales,

Que hieren por que nos cantan lo que nuestro corazón ya sabe,

Que es nuestra la cruz cargas y que tu sufres nuestros penares.

Más pronto que tarde Jueves de Arte será, florecerá ese jueves soñado en el que el Gran Poder de La Línea se pasee junto a su madre, María Santísima, Nuestra Reina de los Ángeles.

Todos los Jueves Santos al ver el Gran Poder mi padre me recuerda a su amigo Rafa, siempre, cada año me dice lo mismo, no sé si es porque no se acuerda que ya me lo ha contado o porque de este modo, recordándolo no lo olvida. Carlos me dice, si alguien representaba lo que nuestro señor nos pide, ese, ese era mi amigo Rafa, era costalero de este paso, buena gente, amigo de sus amigos, solidario con los demás, era costalero como te digo, pero lo era todo el año. Su amigo Rafa esta junto a nuestro señor desde hace unos años, gracias a Dios yo tengo la suerte, al igual que mi padre, de contar entre mis amigos con su hijo, Rafa espero que como ellos nuestros amistad dure también para siempre.

Viernes Santo de sentimientos

“Después de esto, sabiendo Jesús que todo se había cumplido, para que se cumplieran las escrituras dijo “Tengo Sed”. Había allí un jarro lleno de vinagre. Pusieron en una caña una esponja llena de esta bebida y se la acercaron a los labios. Cuando probó el vinagre Jesús dijo “Todo está cumplido”. Inclino su cabeza y entrego su espíritu”. (Juan 19. 28-30)

El jueves Santo duerme ya en La Línea, mientras el viernes se levanta por el mar mediterráneo, por nuestra playa de levante. Cuatro hermandades realizan la estación de penitencia hoy, dos de ellas comparten la misma pasión pero con distintos sentimientos por que ya Cristo muere en el calvario, la otra viene de uno de los barrios que salen este día a la calle, Cristo pide agua, por ultimo,  nuestra Señora en su Soledad llora por toda esta semana de pasión y sentimiento, su hijo ya descansa en su Santo entierro, solo le espera el cielo.

Nuestra Señora del Carmen llora el Viernes Santo, pues al hijo que tiene en sus brazos lo va a ver crucificado. Aunque su barrio le seca las lagrimas, no pueden evitar la pena de su madre, que es dama de las aguas y patrona de la Atunara.  Barrio de pescadores, de gente que busca en sus imágenes la protección cada año, en cada partida mar adentro se encomiendan al Señor y su Madre, al igual que hoy, en cada chicota lo elevan al cielo pidiéndole poder volver el año próximo y surcar con él las calles de nuestro pueblo.

Levante y poniente luchan por llevarte entre sus brazos,

Mientras el levante te empuja el poniente te tiende sus manos,

Cada uno por su lado, los dos soplan por cargarte, uno por cada costao.

Pero ahora¸ que el primero te dé un respiro y el segundo siga su paso,

Hoy, solo hoy, que nos dejen cargarte Padre que ellos tienen todo el año.

Y disfrutando de ti, navegando por tu barrio, sintiendo la sal en la cara,

Con esa gracia te llevan dios mío estos pescadores de almas,

Tus cargadores Jesús, de tu barrio, de la Atunara.

El Mediterráneo que baña nuestra costa tiene el privilegio de ser cofrade de dos de las hermandades señeras de nuestro pueblo y de dos barrios marineros, La atunara y San Bernardo. El único Cristo que aun vive este Viernes Santo sale de este último, donde desesperante en la cruz espera la llamada del Señor, Cristo pide un poco de agua para aliviar la sed,  igual que de un costalero se tratara que pide agua para aliviar su carga, mientras el romano le responde dándole vinagre, María Magdalena llora a sus  pies desconsolada, la fiel discípula de Cristo llora a los pies de  la cruz como si de una vecina del propio barrio se tratara, vecina que llora por este y por sus jóvenes en estos tiempos tan difíciles.

San Bernardo la proclama, y así lo hace cada Viernes Santo, la Esperanza, la que cuando la miran todo se calma, la que cuando anda, la tristeza desaparece, la que asume la carga de todo un barrio, ella misma, la Esperanza.

Vienen de todas partes a ver la Reina de San Bernardo, la virgen de mi abuelo, la señora de su casa, vecina entre tantas mujeres, una verdadera madre, ella de nuevo, la Esperanza de La Línea.

Entre aplausos y gritos, de guapa, guapa y guapa, sale la Reina más grande, la que San Bernardo proclama. Junto a ella su hijo del amor eterno, sale también de este barrio, donde la Esperanza le llora y le sufre cada viernes Santo.

El que llora por el pueblo, el que parece que habla,

El que cuando nos mira parece pedirnos agua,

Pero igual que el romano, el que no respeta su mirada

Le niega a Jesús el agua y a su barrio tener mañana.

Cuanta luz en tu palio llevas, eres faro, candil y guía

Eres luz de este barrio humilde que intenta vivir cada día,

Barrio que te espera en sus calles y te llora en sus esquinas,

Te espera para que lo ilumines y seas su faro, seas su guía.

Y los que la salud les falta, se aferran a ti Esperanza,

Tu visita les reconforta, les da vida tu mirada,

Solo te piden madre, volver a verte mañana

Y  estar contigo a tu vuelta en tu madruga iluminada.

El cariño de tú gente, solo es igual madre mía,

Con el amor de un hijo a su madre durante toda su vida,

Por eso yo te digo, Esperanza de La Línea, vecina de San Bernardo,

Que fuiste madre de mi abuelo y que aun lo eres sin vida,

Vela por este Barrio bueno, cuídalo Esperanza mía.

Las dos Hermandades de los barrios linenses ya han pasado por la carrera oficial, en el centro la quietud se hace, nada se puede escuchar por que el Santo Entierro en vida se produce en La Línea. Por las calles de nuestra ciudad hasta prácticamente las once  en punto de la noche marcha nuestro Señor con  la mayor humildad y en riguroso silencio acompañado de las cofradías de nuestro pueblo. Detrás, la Madre que más sufre, la que  llora su pena  sin la compañía de San Juan a su derecha, solo le acompaña la cruz, sigue a su hijo con la esperanza de verle resucitar en esta Semana Santa.

Dónde vas Soledad, de donde te acercas llorando,

Porqué tan desolada María, por que tan negro tu manto,

Ya descansa, tu hijo ya descansa, no lo llores Madre Mía

Reposa entre los muertos para ser resucitado.

No es la beldad de tu rostro, ni el calor de tu mirada

Es tu soledad la que anhelo, la resurrección que la acompaña,

Tu paz, tu consuelo yo quiero, el perdón para mi alma.

La gente se calla a tu paso, solo se escucha a los que te cargan,

Costaleros de verdad, treinta de ellos te levantan,

Sin alardes treinta te llevan cargando tu soledad

Esta noche, noche amarga.

Por ello te digo María, Soledad de este pueblo, la callada

Que no estás sola Santa Madre, que tus hijos te acompañan,

Los del cíngulo dorado, tus cofrades de la sangre

No salió de mi, ni si quiera te conocía cuando ya eras unas de mis devociones, gracias a mí madre hoy represento junto a todos los jóvenes a tu Hermandad, gracias a ella quien confió en ti para pedir por toda su gente, quien confió en ti para confesarte todos sus secretos. Ella te conocía desde chica, tú fuiste su guía desde que nació, contigo ella ha realizado tu estación de penitencia pidiendo por mi hermana, la más pequeña, Helena  y cumpliendo uno de sus sueños acompañarte en tu caminar por nuestro pueblo. Mi madre es para mí lo más importante, lo que más quiero y hoy tengo la oportunidad de decirte desde estas líneas, mi Señora, que el amor que te tengo a ti solo es comparable con el de mi madre, te quiero muchísimo, te venero como lo hace mi madre, tú eres mi devoción y sigues siendo la suya.

Como tu sufriste la muerte de tu hijo, ella sufrió la pérdida de las mujeres de su vida, hará un año en unos días, mis abuelas, a las que le dedico este pregón junto a los jóvenes cofrades, y la que desde aquí, mi Señora de la Amargura te pido tengas a tu lado, porque sé que tu nos amparas, que nos hablas en los momentos de Soledad, nos das esperanza y alivio.

Consuela nuestras almas saber que como tú nos enseñas, el sufrimiento de tu hijo en la tierra no ha sido en vano, observarlo y a ti junto a él nos cautiva, nos indicas día a día como redimir nuestros pecados y corresponder  toda la angustia que hemos causado a tu hijo.

Mi bello Cristo crucificado…

Medio siglo te contempla, Aturdiéndonos con tu calma,

Ni siquiera te sostienes y se desploma tu mirada,

Que sereno se muestra tu rostro mientras tu vida se apaga.

Majestuoso fuiste en tu vida

Y clemente en tu muerte amarga,

Hoy que te imponemos al madero

Tú perdonas nuestras faltas,

Hoy que en la cruz te dejamos

Tú nos muestras esperanza.

Porqué tú no eres madera, eres Dios vivo,

Eres nuestra luz primera, nuestra bendita salvación

En esta preciosa primavera.

No te lo dije al comienzo de este pregón pero desde que comencé a escribirlo a ti mi señora lo encomendé.

Porqué para mi eres madre, para mi eres grandeza,

Pues en tu más sentía Amargura, tienes sonrisa de Reina.

Cuando la oscuridad de la noche apaga nuestros sentidos

Tu candelaria toma la calle alumbrando nuestro camino.

De costero a costero, lento se acuna tu palio,

Los que te llevan María te mecen entre sus brazos.

Y nos enamora tu rostro, bello y a la vez amargo,

Marcado por la tristeza, herido por el desanimo.

Qué  verdad es tu nombre María y que verdad también la sentencia

Que no hay mayor Amargura para una madre buena

Que tener que vivirle a un hijo, queriendo morir a su vera.

Tu palio toma la calle pregonando tu tormento

Tu hijo, el fruto amado, hoy por nosotros ha muerto.

Y al fin resucitó

Y al fin resucitó, sin pecado y con amor, al fin Cristo se va a los cielos en nuestro pueblo, la fiesta del cristianismo, la de todos jóvenes o adultos, nos echamos a la calle para ver que Jesús triunfa en los cielos de La Línea. Lo que fue Alegría por su entrada triunfal es ahora alegría por su resurrección, lo que era Esperanza en que no fuera crucificado lo es ahora para los que le confían su vida, su existencia a él.

La fiesta de la resurrección del Señor en La Línea no es clamor por la marcha, ni por el andar del paso de misterio o de palio, es clamor por que Jesús ha resucitado.

Que repiquen las campanas esta mañana de gloria,

Que Jesús, el hijo de dios, ha resucitado en nuestra tierra.

Que repiquen las campanas, volteadlas, que no callen,

Que el sepulcro está vacío, que el señor está en la calle.

Que repiquen las campanas, que suenen este domingo de Pascua

Despertad de la tristeza a este pueblo que lo ama,

Tocad porque ha vuelto el hijo,

Ha vuelto el Nazareno.

Días después de la muerte y resurrección de nuestro señor, San Pedro, subido en las escalinatas que tantas veces  había utilizado su maestro para hablarles a los Israelitas, grito a todos los que allí se encontraban:

“Israelitas: El Dios de Abraham, de Isaac, de Jacob, el Dios de nuestros padres, ha glorificado a su siervo Jesús, a quien vosotros entregasteis y negasteis en presencia de Pilatos. Vosotros negasteis al Santo, al Justo y pedisteis que se soltara a un homicida. Disteis muerte al Príncipe de la vida, a quien Dios resucitó de entre los muertos, de lo cual nosotros somos testigos. Ahora bien, hermanos, ya sé que lo que hicisteis, lo hicisteis por ignorancia. Pero Dios ha dado así cumplimiento a lo que había anunciado por boca de todos los profetas: la pasión de su Ungido. Arrepentíos, pues, y convertíos, para que sean borrados vuestros pecados. Dios, resucitando a su siervo, os lo envía a vosotros primero, para que os bendiga al convertirse cada uno de sus maldades”.

­­­­­­­­­­­­­­­­­Para acabar este pregón, deciros, que no sé si mi madre sabía cuánto influiría en mi vida su petición a mi padre de hacerme hermano de la Amargura, o tal vez si, tenía un mes, con este regalo de mis padres y sus enseñanzas durante estos años, han intentado inculcar en mi los mejores valores, Justicia, Amor, Fe, Solidaridad, Respeto, valores estos que los jóvenes de nuestro tiempo debemos impulsar desde los Grupos Juveniles de nuestras Hermandades.

Somos muchos los jóvenes que nos unimos en nuestras Cofradías en los días que nos llegan de confraternidad, nos unimos alrededor de nuestras imágenes con devoción, pasión y entrega por lo que hacemos.

Pero no hay que olvidar que el camino de nuestro señor dura todo el año, hay que ser conscientes de que nuestra colaboración no debe quedar solo con nuestras Hermandades o huérfana solo en el tiempo de pascua, hay que ser solidarios, como nuestro Señor nos pide y nos enseña con el sacrificio de su vida, hay que ayudar a los más necesitados sin pesarnos el tiempo que les dediquemos, son tiempos difíciles sin duda y por eso nosotros debemos ser ejemplo de solidaridad.

Ahí es donde debemos estar los jóvenes, unidos en nuestras Hermandades, sintiendo todo el año el espíritu que nos acompañara esta Semana Santa, con el Amor que nos da nuestro Señor debemos regar  las cincuenta y cinco semanas siguientes de cariño y pasión por los demás.

Los jóvenes debemos ser los que muevan la conciencia de un mundo en el que se premia antes lo material que lo espiritual, debemos hacer participes de nuestras inquietudes a nuestros mayores, pero sobre todo a nuestra generación, que no se equivoquen, que no es una generación perdida, pasaos por nuestras Hermandades y podréis comprobar el grado de implicación y de trabajo hacia los demás de esta juventud.

Nosotros, los jóvenes desde nuestras hermandades debemos ser el nudo de unión entre nuestro Señor y la juventud de nuestro tiempo, que nuestro trabajo y nuestro comportamiento diario sirva para convencerles de la verdad de las palabras de Jesús, de sus enseñanzas, mostrarles que siempre hay esperanza, que aunque en algún momento nos pueda el desanimo, siempre, siempre hay esperanza.

Somos jóvenes, somos el futuro, tomemos el  ejemplo de nuestro Señor, seamos honestos, honrados, sacrificados y solidarios con los demás, el siempre lo agradecerá y como ya os dije al principio, recordad siempre lo que nos dijo Jesús, Un mandamiento nuevo os doy, que os améis los unos a los otros como yo os he amado, recordadlo siempre,  por que sin duda ese es el mejor pregón.

He dicho.

Gracias a todos por acompañarme en este día tan especial.

Autor: La Linea Cofrade
Un 8 de diciembre de 2008 nace el portal www.lalineacofrade.com, coincidiendo con la Festividad de Nuestra Patrona y Alcaldesa Perpetua, la Inmaculada Concepción, con el fin de llevar toda la información sobre las Hermandades y Cofradías linenses, Penitencia, Sacramentales y de Gloria, siendo un punto de unión entre todos los que amamos este mundo.
18 de marzo de 2012, 22:42
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