Un pregón mágico de Sandra Cabrera para exaltar a “La Esperanza”
La artista linense hizo “raya” con una exaltación que propagó un hechizo de amor, dulzura, querencia, Atunara, señorío, pasión y copla
Un “duerme tranquila Esperanza que te estoy queriendo a ciegas” , y una Salve terminó de seducir al público que abarrotaba San Bernardo y escuchó desde la calle
La parroquia de San Bernardo, acogió la noche del sábado la XIX Exaltación a la Virgen de la Esperanza con una pregonera de lujo, Sandra Cabrera que en otras ocasiones ha obtenido el calificativo de Sobresaliente en sus intervenciones pregoneras y esta noche podemos asegurarle que lo supera.
Presentada por Rafael Cordón, que no dudó en ensalzarla como “una gran artista, una gran estrella, abierta a colaborar porque tiene un corazón muy grande y siempre, siempre está dispuesta”. Cordón indicó a los linenses presentes y también a los ausentes, que “tenemos que estar orgullosos de ella por ser buena persona, por tener buen corazón, por tener una garganta de seda. Os dejo con Sandra Cabrera”.
Tras los agradecimientos de rigor, un piano arranca la voz en directo de Sandra Cabrera, que pone en posición al numeroso público que llena templo y alrededores y entonando un “Amor de Hambre, Amor de Sangre, Amor de Madre…tú me das al vida”. Iniciando su andadura en la XIX Exaltación de la Virgen de la Esperanza, y con todos los presentes esperando acontecimientos, Sandra Cabrera empezó un pregón con una historia. ¿Verdadera? A todos nos pareció mas que nada auténtica. Auténtica por su recorrido, auténtica por sus experiencias, auténtica por sus expresiones, auténtica por inmiscuirnos, auténtica por saber hacerla.
Sandra conquistó al respetable, mostrando a una niña “Manuela” que conocía a la perfección la historia de La Atunara, la Historia de San Bernardo y de su Virgen Esperanza. De cómo primero en El Carmen, Virgen de La Atunara, luego desde San Bernardo con episodios tristes como el recordado incendio que dejó a La Línea marcada, la historia de la cofradía, la historia de la Esperanza recala en la vida de una niña, luego moza, luego mujer adulta y al final feliz anciana, comparte cada minuto, cada momento de su vida, arrancando del público continuos oles, aplausos y ovaciones en pie.
Cuatro saetas, en voces encantadoras marcan la pauta del relato. En las voces de las jóvenes Vanessa y Patricia, luego de Sandra y finamente de Araceli Puertas, la pauta de la cronología de un pregón con un hilo conductor, no da lugar a parpadear, la XIX Exaltación de la Esperanza no da pie ni a respirar.
La pregonera ensalza a la Virgen en cada parcela de la vida de “Manuela”, y da pié a la entrada del dardo de cada Saeta con una frase coplera que dicha a “la mas bella y pura que el linense lleva dentro” engarza a su terreno con un “que se me paren los pulsos si te dejo de querer, que las campanas me doble, si te fallo alguna vez” o en otra cuarteta con “mañana estaré a tu vera, siempre a la verita tuya, hasta el día que me muera”.
Un pregón limpio, estudiado, digno de una Esperanza de La Atunara y de San Bernardo, una Esperanza de La Línea entera, perfectamente conducido, mágicamente contado y nunca mejor cantado que por la extraordinaria artista linense, que se confesó “rendida “ ante su Esperanza, y auténtica “atunareña”.
Si no pudieron oírlo, no es cuestión de contarlo. Busquen una oportunidad para no perderse la magia de Sandra Cabrera, pregonando a La Esperanza.
fuente: lalineadigital foto: marcos moreno